Disquiera ‘denota que una cosa va para largo, que falta mucho tiempo para que ocurra algo’. Disquiera que te pague lo que te debe. También diquiera.
No se trata de una contracción de Dios quiera (deseo), como pudiera parecer a primera vista, tampoco una variante de dondequiera, sino de la expresión de aquí a o desde aquí a (desde este momento) con la que se puede intercambiar, como en la frase De aquí a Navidad… falta mucho todavía.
A través de la contracción dialectal disquiá ‘hasta, de aquí a’ (término o límite en el tiempo o en el espacio): Disquiá los Rapaos hay un tirón. Disquiá a Tosantos, faltan dos meses. Que se convirtió en disquiera, por ultracorrección. De (o desde) aquí a > disquiá > disquiera.
Se trata de pasarse por exceso de finura (ultracorrección) en el habla: Considerada ya un tanto anticuada y vulgar la expresión anterior (disquiá) Se trató de corregir erróneamente según el modelo del verbo querer: El que quiá peces… (por ‘el que quiera’): Si quia es quiera, disquiá es disquiera. Deformación que prevaleció, seguramente por proceder de algún maestro o persona tomada como modelo a imitar al considerarse “entendida” en la materia.