Pantaruja

Las palabras de la tribu

Una pantaruja es un ‘fantasma que asusta por la noche’; se reviste con una sábana a modo de sudario ejerciendo de errante espectro o de alma en pena.

Santos Coco recoge esta palabra en su «Vocabulario Extremeño»: Pantaruja, f. Fantasma. Es una persona que a media noche se viste con una sábana blanca, un puchero con una bola en la cabeza y dientes de ajo en la boca. Esto lo hacen para conseguir alguna cosa, asustando a la persona de quien lo esperan. (En Badajoz y varios pueblos de la provincia). Así como zaragutía en Calzadilla de los Barros: Un espantajo que se dice salía por las calles a altas horas de la noche.

En Alburquerque una supuesta pantaruja inquietó hace algunos años las noches de la población vagando por calles oscuras portando una antorcha. En Miajadas y Almoharín este fantasma es conocido como pantarulla. Y en Mérida mantaruja (marimanta en La Serena).

En Almendralejo el día de las Candelas, las pantarujas son unos ‘fantoches que arden en las hogueras para ahuyentar el mal’ (a imitación de los candelarios de Feria).

Se encuentra entre los seres más o menos imaginarios de los que se echa mano para asustar a los niños que se portan mal como el bo-bo, (es el bu, repetido) el tísico, el tío Jirulo, el tío de las algachofas, el tío del sebo o sacamantecas y el más extendido de hombre del saco.

Pantaruja es una voz creada por la fusión del antiguo nombre femenino pantasma ‘fantasma’ (con influjo de espanto) y bruja. Luis Chamizo la emplea en su obra dramática titulada “Las brujas”:

Llega la noche de las candelas.
Cada familia de labrantines
tiene su lumbre junto a la puerta,
y ¡ay de la casa sin candelorio!;
más le valiera
que la tomaran las pantarujas
para sus grajas y sus cornejas.

Más reciente es este párrafo perteneciente al relato «La flor del toronjil» (2007) del nogaleño José Antonio Ramírez Lozano:

Las pantarujas saben la hora de la muerte. Ellas son sus vicarias. Las pantarujas acuden ladinas adonde ven arder esa llamita pequeña de los cirios… Conocen las trochas de la noche y trafican entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

©Juan-José Becerra Ladera

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