Zarazo

Zarazo es un adjetivo que se aplica al ‘cereal que no está bien seco para la siega’ y en general a ‘cualquier fruto que empieza a colorear, pero que no ha llegado a madurar’: Cuando compres tomates otra vez procura que estén zarazos. Con el derivado zarazote: Por san Isidro los trigales ya están zarazotes.

Se trata de la variante local de otros términos como sarazo ‘dicho de un fruto, que empieza a madurar’ y que el DLE localiza en Andalucía y algunos países americanos. Efectivamente, en el «Diccionario de Americanismo» aparece como ‘maíz que empieza a madurar’ y en general ‘cualquier fruto’, con la marca de rural. En ciertos lugares, además de ‘fruto pintón’, significa también ‘medio borracho’.

En el «Diccionario Andaluz» (1951) de Alcalá Venceslada zarazo también es ‘el fruto a medio madurar’: Los peros y los melocotones están todavía muy zarazos.

Se considera, por tanto, un andalucismo empleado en Feria y otras localidades del sur de Extremadura, con proyección americana. Aunque bien pudo pasar de Extremadura a Andalucía y América.

Zarazón en Tierra de Barros: «Se dice de los cereales cuando aún no están maduros en el tiempo de la siega. Se aplica también a cualquier tipo de fruto» (Becerra Pérez en «El léxico de la agricultura en Almendralejo» 1992); así como en Cabeza la Vaca, según el «Diccionario Extremeño» (1980), de Viudas Camarasa.

Zarazo o sarazo procede del latín seruculus ‘tardío o retrasado’ derivado diminutivo del adverbio sero ‘tarde’ o del adjetivo serus ‘tardío’. Y así, de ‘fruto tardío’ (que no estar en sazón a su tiempo), adquirió el sentido de ‘no estar aún en su punto de madurez’ (sin referencia temporal). Este trigo está más zarazo ‘retrasado’ y por tanto aún ‘no está seco’. Deslizamiento semántico ya que un fruto tardío es el que aún está verde cuando los de su especie ya han alcanzado un estado de desarrollo adecuado para su consumo.

Origen que se observa con más claridad en otra forma extremeña del mismo significado como zorondo ‘fruto tardío o sin madurar’, variante de serondo ‘tardío, dicho de un fruto’ y zorollo ‘blando, tierno y, referido al trigo, segado antes de madurar por completo’. Localismo que el DLE registra desde 1992 como de Extremadura.

Zorondo se relaciona con serondo o serondu ‘tardío, otoñal’, voz esta de amplia vitalidad y extensión en el astur-leonés (El pan serondín por San Martín), también seruendo o siruendu (En Babia, Laciana, La Maragatería, La Cabrera… entre otras comarcas leonesas). Y ya en Salamanca, cerondo o ceriondo ‘aplícase a los cereales que no están sazonados, que tienen o van tomando el color amarillo’ (Lamano: «Dialecto vulgar salmantino» 1915). Por lo que puede ser considerado un leonesismo en Extremadura. Finalmente Zamora Vicente en «El habla de Mérida y sus cercanías» (1949) recoge esta variante extremeña zorondo como ‘no maduro no sazonado’ que considera procedente del latín serontinus, (derivado de serus ‘tardío’) siguiendo a Menéndez Pidal que indagó la etimología de serondo y sus variantes.

Santos Coco incluyó antes en su «Vocabulario Extremeño» (1940) zarazo y zorondo (además de la variante saraso referido a los cereales y a las frutas. Por cierto, con una errata de bulto ya que el diccionario de la academia recoge zarazo desde 1925 hasta 1956 como de Amér. Merid. y And. (América Meridional y Andalucía):

SARASO, m. El pasto y, en general, todas las frutas, especialmente la sementera, cuando no está hecho. Al pasto verde se llama también zorondo (Badajoz).

ZARAZO, m. Cereales que están algo verdes todavía. (La tiene el Diccionario como usada en Extremadura, Madrid y Andalucía). «Ese trigo está zarazo todavía».

ZORONDO, m. Lo mismo que Zarazo. Se dice de los cereales que están algo verdes todavía. (No la trae el Diccionario). Ese trigo está zorondo todavía. (Alconchel, Zafra y en casi toda la provincia).

Juan-José Becerra Ladera

 

 

 

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