Licurdo

Una ‘persona cautelosa y precavida que busca siempre su interés y provecho’ viene a ser un licurdo; esto es, una persona ladina, astuta, sagaz y artera: Es un licurdo, siempre consigue lo que quiere a la chita callando.

Procede del nombre propio Licurgo, famoso legislador de Esparta. Se cuenta que para obligar los ciudadanos “a la constante observancia de las leyes que había establecido, les hizo jurar no variarlas y seguirlas hasta que volviese de un viaje que iba a emprender; conseguido esto, partió para Creta, en donde se quitó la vida, dejando encargado que se echasen sus cenizas al mar” (Fernán Caballero).

El diccionario académico registra licurgo ‘inteligente, astuto, hábil’ de significado tan parecido al nuestro, además de sinónimo de ‘legislador’, con la marca de poco usado. (Del nombre propio griego Likourgos, literalmente ‘el que ahuyenta a los lobos, espantalobos; de lycos ‘lobo’).

Juan Valera emplea el femenino licurga, como nombre común en «Genio y figura»:

Rafaela, que gustaba tanto de educar a los otros… y, singularmente desde que era gran señora, en formar su corazón y su espíritu, leyendo no pocos libros, sobre todo de novelas y poesías. Según vulgarmente se dice, se había hecho bastante licurga o marisabidilla.

La variante licurdo es la que se emplea en Feria con el sentido de ‘persona sagaz para sus asuntos, buscavidas que aprovecha la ocasión en beneficio propio’.

Ante la falta de noticias fuera de nuestra localidad, se agradecen los testimonios de su empleo en otras partes.

©Juan-José Becerra Ladera

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