Alagar

ALAGAR

Alagar es un verbo que se utiliza tradicionalmente por ‘inundar, anegar’, cubrir o quedar cubierto de agua un terreno o lugar. Con frecuencia alagarse, como pronominal: Las aguaítas de abril caben toas en un barril; pero si el barril se quiebra, s’alaga la Tierra.

Y no únicamente ‘llenar de lagos o charcos’, como indica el diccionario para alagar, que ya ha quedado anticuado en la lengua general tal como lo remarcaba Autoridades, diccionario que toma esta frase de la Historia de España de Juan de Mariana: “Con tanto estrago y matanza, que las calles y plazas se cubrían de cuerpos muertos, y estaban alagadas de sangre”.

En portugués, en cambio, goza de plena vigencia y vitalidad con este mismo sentido de ‘cubrir de agua, inundar’, como demuestra este titular del diario Correio da Manhã: Mau tempo alaga ruas e estradas em Lisboa.

O este conocido refrán: Quem não tem que fazer, alaga a casa e torna-a a erguer (inunda la casa y la vuelve a hacer).

Alagar es un derivado de lago ‘gran masa de agua en la depresión de un terreno’ (latín lacus).

©Juan-José Becerra Ladera

 

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